HISTORIA DE ANIMALITOS: LA FIESTA DE LA SIEMBRA (2)

 

LA BENDICIÓN

Allá fuimos a la fiesta, después de haber dejado a la burrita amarrada, pues se venía con nosotros siguiéndonos ya que a eso estaba acostumbrada, a estar entre los humanos.

Iban llegando y ocupando su lugar en el techo donde se hallaba la capillita, ya que el calor se dejaba sentir.

 

 

Los principales que eran los hombres de mayor edad dentro de la comunidad y encargados de los ritos, de armar las ofrendas, de prender las velas,  del cuidado de las costumbres y de las ceremonias, estaban adornando la cruz con las flores que las mujeres habían recolectado, pues era trabajo de hombre el hacerlo.

 

 

 

 

Las mujeres vestidas con su vestimenta típica de vivos colores donde los listones eran parte de su encanto, con su mantilla blanca si eran solteras o negra si eran casadas sobre sus cabezas o sus hombros, las niñas se ponían toallas que era especial para esos momentos.

Con los canastos de flores, velas para los altares de las casas, las mazorcas de maíz, las semillas del frijol que se bendecirían para que la cosecha fuera próspera.

 

 

Los niños algunos de ellos traían su pollito, ya que acostumbraban a cuidarlos para tener sus huevos para completar su comida y muchas veces eran ellos los encargados de recogerlos, ya que las gallinas al andar sueltas los depositaban en cualquier lugar, más allá que ya se conocía el sitio donde los ponían.

 

 

No era difícil ir caminando y encontrarse con alguno de ello, los cuales no se tocaban pues se sabía a qué gallina correspondía y de que vecino era, por más que estuviera dentro de su tierra.

A los pollitos para reconocerlos cuando nacían, le cosían en su ala un pedacito de estambre de color, para que no se confundieran y saber a qué familia correspondía.

Ya iba a comenzar la fiesta los músicos estaban listos, percusiones acompañada con flauta que ejecutaban los ritmos ceremoniales.

 

 

Luego estaban las cuerdas donde entonaban diferentes canciones creadas por ellos para ir mostrando diferentes partes de la celebración.

 

 

La procesión de las mujeres, acompañada de los músicos,  iban camino a la puerta de la iglesita donde estaba la ofrenda alrededor de San Martín de Porres el santo de la humildad y el servicio.

 

 

Caminando muy ceremoniosamente se fueron acercando a la puerta donde uno de los jóvenes leería un pasaje de la Biblia.

 

 

El tuhunel que era como el diácono del lugar, el guía espiritual en cosas relacionadas con la Iglesia, oficiaba misas, casamientos, bendiciones, era el encargado de llevar la ceremonia adelante.

 

 

Sus palabras eran oídas con total compenetración, mostrando las caras de estar inmerso en ese mundo espiritual, que tan cerquita está de las almas sencillas.

 

 

La copalera se acerca llenando de aroma el ambiente y anunciando que ya la bendición comenzará.

 

 

Caminando por el espacio, va el tuhunel lanzando el agua bendita sobre todos aquellos objetos  que se habían llevado, para luego soplar el humo del copal sobre ellos.

 

 

Los niños pequeños, dueños absolutos del lugar, donde pueden hacer lo que quieren, donde no tienen que permanecer en silencio y se les respeta sus juegos, dentro de los recintos religiosos, pues ellos son inocentes y libres de culpa. Dos de ellos pasan corriendo frente al tuhunel y éste aprovecha para derramarle agua bendita en sus cabezas, mientras una niña usa un paliacate a modo de mantilla imitando a los adultos.

 

 

Una vez terminado el rezo las mujeres se dirigieron a sus casas sobre todo las que vivían cerca, para buscar la comida, otras que su vivienda estaba más alejada la habían traído con ellas y a veces sólo iban a casa de su comadre a calentarla y aprovechar para poder estar un rato platicando las noticias del pueblo o la región.

Ese día no se comería carne de res sino cada familia había matado gallina para hacer un caldo con ella y lo compartirían.

 

 

Los hombres quedaban en el campo, cuidaban de los niños mientras esperaban que regresaran y se diera el permiso para poder comenzar a comer, pues eso sucedía cuando todos ya estaban.

 

 

El día antes de la fiesta se organizaba cada familia para plantar la mesa, las bancas y un techo, alrededor de la Capilla para poder estar guarecidos del sol. Ahí las mujeres servían la comida, mientras la familia se sentaba alrededor.

 

 

Mientras los niños jugaban a revivir la ceremonia, revestían unos palos de una mesa con flores que habían recolectado previamente, como hacían sus mayores cuando adornaban la cruz, desde pequeños aprenden el sentir y la entrega en lo que se hace en ese nivel.

 

 

Desde pequeños se van formando para aquellas cosas que lo llaman, puede ser el tambor, la guitarra, la flauta o el adorno de la flores para la cruz, entre otras cosas.

 

 

Ya el tecladista había comenzado a amenizar el momento, con las fanfarrias lo que indicaba que ya la «fiesta de alegría» como ellos le llamaban a ese momento en donde disfrutar de estar juntos, comiendo una comida, escuchando la música que les gusta y luego en la noche mover las patitas, eso que les encantaba, todos estaban prestos a bailar o a mirar como los demás danzaban.

Los servidores pasaban sirviendo la copita de «posh», aguardiente, que se bebía de una sola toma, previo darle unas gotas a la Madre Tierra.

 

 

Luego de que cada familia comió, platicó con sus vecinos, convivió se aprontaron para recoger todo, dejar el campo limpio para regresar a sus casas y esperar la noche, donde con toda algarabía se desarrollaría el baile, donde todos se engalanarían se pondrían sus mejores ropas, se peinarían, las solteras usarían todos sus accesorios, moños, diademas, horquillas, pasadores para verse más lindas y ver si desde lejos podían conquistar el alma del muchachito en el cual se habían fijado.

 

 

Los principales se quedarían cuidando  las velas prendidas y reponiéndolas en caso que se acabaran.

Ellos sí, tenían permiso de beber otros tragos de «posh», mientras cumplían con su trabajo, pues ya tenían otro criterio sobre la vida y no se dejaban en la mayor parte de los casos arrastrar por ella, bebían con moderación.

Y así de esta manera la Fiesta de la Siembra va llegando a su fin y ahora será la espera hasta que el Cielo de la señal que la primera lluvia está cerca para emprender  la jornada de depositar la simiente en la Tierra.

Continuará……

México

 

HISTORIA DE ANIMALITOS: FIESTA DE LA SIEMBRA (1)

 

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