LA SORPRESA
Después del encuentro con los dos perros negros, la madre y el hijo, retomé mi camino de regreso, iba pensando en ese momento, en la forma que estaban teniendo estos compañeros de cuatro patas de acercárseme, de repente se aparecían por todas partes.
Tomé una ruta que no era la de siempre, algo me llamó a ir por ese rumbo, al llegar a una de las esquinas en donde tenía que dar la vuelta, me encuentro con un flamboyán, ese árbol de flores rojas, que se puede decir que florece al mismo tiempo que los jacarandas y juntos regalan una atmósfera colorida, el morado celeste y el rojo amarillo, que le dan esos detalles de color al panorama homogéneo del desierto.
Me detuve un momento a observarlo, cuando frente a mí se aparece una escena que me provoca una gran sonrisa, se extiende por toda mi cara.
En una entrada de una casa, habían puesto una venta de garaje, donde en una mesa se observaban diferentes prendas y objetos para ser vendidos, junto a ellos en el suelo, una perrita sentada muy formalmente parecía que fuera la encargada de la venta.
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Se veía hermosa, toda juiciosa, como esperando que se acercara alguien a mirar o a comprar.
Seguí mi camino y cuando estuve frente a ella se me acercó con unos ladridos que me hizo dar vuelta, nos detuvimos las dos y nos quedamos mirando.
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Me hacía mucha gracia el verla, tan coqueta, le dije unas palabras y empezó a mover su cola.
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Apareció otro, se aproximó con mucha timidez, me quedó mirando con unos ojos muy tristes, sufrido, temeroso, me dio vuelta mi corazón, como si guardara un gran dolor en su interior, más allá que se le veía bien comido, limpio, cuidado, algo había sucedido con él, no dejaba que me pusiera más cerca o tal vez también era la cámara lo que lo asustaba, no estar acostumbrado a ella.
Ahí nos quedamos unos momentos, viéndonos, agradeciéndole ese gesto que sentía que había tenido conmigo, más allá que su vida no parecía ser del todo agraciada, también podía ser un gran artista que pone esos «ojos de cachorro» que nos conmueven. Daba igual lo que fuera, me encantó el verlo, el sentirme rodeada por ellos.
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Siguió su camino para el lado contrario, indudablemente, si era dolor lo que trasmitía, es algo que se encuentra en todo ser vivo, aunque seamos inconscientes en percibirlo, tan encerrados en nosotros mismos estamos, tan insensibles para ver el sufrimiento ajeno, más cuando se trata de seres que los vemos como menos, sean humanos, animales o de cualquier especie.
Sin embargo, cada día hay más humanos desperdigados por el mundo que sienten ese llamado a la protección de la vida, sin importar en dónde se encuentre, empezando por la que se tiene alrededor.
Lo único que hay que cuidarse es de no volverse fanático, pues mostrar con apasionamiento desmedido es una manifestación de algunos de los que se unen a cualquier movimiento, sea político, social, recreativo, deportivo, el arrebato impera y a través de él sacamos para afuera todos nuestros miedos, frustraciones, ansiedades, vacíos y de esa manera volvemos una acción auténtica, en un nuevo desequilibrio violento para el mundo.
También, vemos que cada día tenemos más interacción con todos los integrantes de nuestro hábitat, como que ya pueden recurrir a nosotros o nosotros a ellos en busca de ayuda, cuando estamos pasando una situación de apuros, de peligro, de que no se puede solucionar sin el apoyo de otro.
Basta ver todos los videos que se comparten de personas sorprendidas, con lo que se encuentran cuando deciden hacer algo por otro ser vivo del reino animal, al cual la vida les cruzó en el camino por necesitar algún tipo de auxilio.
Es maravilloso ver que el mundo se presenta también de otras maneras, que no solo es de la forma en la que quieren que nos enfoquemos, muertes, guerras, consumo, racismo, violencia, que hay seres que se mueven o están yendo hacia otro camino paralelo, sin importarle ya ser parte de ese juego macabro en que la sociedad se concentra.
Iba caminando, ya había dejado atrás a los últimos encuentros cuando siento que algo viene a mis espaldas, me doy la vuelta y ahí estaba él
-¿Me vienes acompañando?- le pregunto
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*
Me mira como si estuviera contento, le voy a tomar la foto y da vuelta la cara como si le diera vergüenza.
-Es para que te conozcan mis amigos- le digo.
Bajo la cámara, de nuevo retomamos el andar y me llevó hasta la puerta de la casa…
MÉXICO
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GRACIAS A TODOS!!!! SALUDOS!!!!

La actitud de una persona con los animales muestra la bondad de su corazón, no lo digo, lo dice la biblia en proverbios 12:10
Una persona de buenos sentimientos se conoce en la manera cómo trata a los animales eso sí lo digo yo.
Tengo uno que me alegra la vida cada día.
Linda historia.
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Hola Tays, toda la razón, son hermosos los animales, nuestros compañeros de camino, que traen la alegría a esas relaciones tan sinceras. Me alegró saber de tí, un abrazo y gracias.
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Un encanto tus tres amigos, la perrita vendedora, el pobre deprimido que dan ganas de abrazarlo y el que no quiere posar.
Es precioso el flamboyán.
Abrazo grande para ti.
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Gracias Eva, la verdad que sí, muy lindos. El flamboyan es una belleza de árbol, ahora hay muchos florecidos por todas partes, da un toque muy hermoso al ambiente. Pasa lindo, te mando un gran abrazo
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Es un gesto hermoso que se recibe con alegría, cuando un animal decide incluirnos en su círculo y formar parte de nuestro mundo. Un abrazo.
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Así es Carlos, es tan bonito encontrarte con esos buenos recibimientos, son esos momentos sanadores que te regala la vida. Un abrazo grande y gracias
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Sí, me consta que hay cánidos así que le escoltan a uno por nada y esa gratitud siempre estará presente; harto por aprender de todos los seres en este mundo, muchas mercedes por compartir esto.
Allende, hasta entre los animales hay trasfondos como cualquier individuo sobre este mundo y pues, lo reflejan en su mirada, movimiento de cola y demás. Éxito, un amplexo y hasta pronto.
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Los animalitos enseñan, acompañan, protegen, es hermoso estar entre ellos, que te reconozcan, vayan contigo, se hagan presentes.
Cada ser vivo y no en este mundo tiene su historia, gracias Daniel, un abrazo
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Me parece que tienes un imán especial para los perritos, muy bonitas fotos y reflexiones. Te mando un abrazote.
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Me gustan mucho, los siento como compañeros de vida, es lindo conocerlos, gracias un abrazo grandotote
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